Los ácaros pertenecen a la familia de los arácnidos, de tamaño casi microscópico, la mayoría de especies no alcanzan el tamaño de un milímetro. Un ácaro adulto suele oscilar de 0,2 a 0,5 mm. Su cuerpo suele ser peludo de color blanco crema con ocho patas marrón amarillento. Completan su ciclo en diez días (huevo-larva-adulto) a temperatura ambiente. Una hembra adulta puede vivir hasta dos meses y pone los huevos durante los 30 últimos días. Prefieren los entornos húmedos y cálidos. Son muy comunes en falsos techos de todo tipo, camas, alfombras y demás mobiliario blando, los ácaros en nuestro entorno.
Enfermedades que pueden ocasionar los ácaros
Algunas enfermedades que pueden llegar a causar incluyen la rinitis, asma y eccema. De ácaros comunes existentes en el mundo se estiman en 500.000 especies. Todos son parientes de las arañas. Su acción sobre las personas varía según las especies. Por ejemplo, el ácaro de la sarna excava túneles en la capa córnea superficial de la piel humana, produciendo inflamación y eccema.
La reacción alérgica del paciente es ocasionada por el huevo y las heces del ácaro. Las heces fecales son tan livianas y minúsculas, que al recibir los falsos techos corrientes de aire, caminar sobre la alfombra, al pasar la aspiradora o al sacudir la cama, son lanzadas al aire inmediatamente y al respirar estas partículas una persona alérgica, se desencadena la reacción que todos conocemos. Se acepta que el número promedio de ácaros por gramo de polvo es de 100 a 500. También se han contado hasta 19.000 ácaros por gramo. Cada ácaro produce aproximadamente 10 - 20 partículas de heces al día. El ciclo de vida del huevo hasta un ácaro adulto dura 30 días. Cada ácaro hembra fértil puede hacer crecer la población cada 4 semanas a 25 a 30.
Los sistemas de calefacción agudizan el problema, ya que en ellos las partículas junto con el polvo seco se reparten en el aire de la habitación. En verano los síntomas se pueden atenuar, ya que se pasa más tiempo fuera de la casa, la calefacción está apagada y el aire que circula la habitación es mejor.
Cómo eliminar los ácaros
Los ácaros de las gallinas y de otros pájaros, en ausencia de éstos, se nutren de sangre humana, produciendo picazones. Existe también el ácaro de los alimentos almacenados, el ácaro del jamón y del queso, por supuesto el ácaro del polvo, de las camas o común que va asociado a mobiliario y fundamentalmente a las fibras vegetales de relleno.
Los ácaros son muy persistentes y se multiplican mejor cuando existe una relativa humedad del aire de más o menos 75 – 80% y una temperatura de por lo menos 21°C.
Son escasos en lugares secos y situados en altura y mueren cuando la humedad del aire baja de 40 – 50%, lo que nos da una idea de que el hogar u oficina es un hábitat ideal para ellos.
Los ácaros se alimentan de escamas de la piel y viven en los falsos techos, las camas, alfombras, vestuario, muebles, roperos, incluso en los asientos de su automóvil. Sobreviven a la aspiradora, ya que cuentan con uñas como garfios en las patas, con las cuales se «agarran» o se sujetan al material correspondiente.
Los ácaros del polvo de habitación no muerden ni contagian enfermedades, serían calificados como inofensivos si no causaran en las personas alérgicas estos síntomas tan severos.
Principales especies de ácaros
Sarcoptes scabiei (Arador de la sarna): Este ácaro vive en la piel, formando túneles en la capa cornea superficial, de forma semejante a un topo, se descubre su presencia por la inflamación y eccema que causa.
Pyemotes tritici (Acaro falso de la sarna): Muchos de los sarpullidos en la piel se deben a este ácaro, que normalmente contrae por estar en contacto con granos y cereales, causan mucho picor.
Demodex follicolorum (Acaro folicular): El ácaro folicular se encuentra en los folículos y glándulas sebáceas, en particular alrededor de la nariz y los párpados, no tiene importancia médica y es muy común, puesto que la mayoría de humanos lo hospedamos.
Acarus siro (Acaro de los granos): Se encuentra en todo tipo de granos, especialmente en situaciones de humedad y en alimentos con moho, pueden causar sarpullido de intensidad media pues no chupan sangre. Produce reacciones alérgicas entre las personas más sensibles.
Thyrophagus ssp (Acaro del jamón y del queso): Dentro de esta familia de Tiroglifidos, encontramos varias especies como: Thyrophagus castellanii, Thyrophagus putrescentiae y Thyrophagus longior. Residente la mayoría de veces en alimentos de alto contenido proteico en fase de degradación. También se le adjudica el asma bronquial y rinoconjuntivitis, además de reacciones alérgicas más severas en contacto con alimentos contaminados.
Glyciphagus domesticus (Acaro domestico común o ácaro del hogar): De la familia de los Glifacidos, son muy parecidos a los que se encuentran en los comestibles, pero bajo una lupa pueden diferenciarse por los largos pelos de la cola, requieren un grado alto de humedad, se alimentan de hongos y se pueden encontrar en falsos techos de fibra o falsos techos metálicos con aislamientos de fibra, además de en fibras vegetales de relleno de sofás, almohadas, etc. otro ácaro de esta familia bastante común es el Lepidoglyphus destructor. Se le adjudica las afecciones de asma bronquial y rinoconjuntivitis. Especialmente peligroso en centros educativos con alumnos con problemas asmáticos, se requiere mucho control del asma.
Dermatophagoides pteronyssinus (Acaro del polvo de las casas o ácaros de las camas): De la familia de los Piroglifidos, estos ácaros se alimentan de las escamas que desprende nuestra piel, necesitan alto grado de humedad y temperatura, habitan en falsos techos de fibra o con aislamientos de fibra donde se acumula suciedad y humedad ambiente es un lugar donde viven a sus anchas esperando que la ventilación les lleve las partículas de piel que necesitan para alimentarse, en camas, colchones, cojines y tejidos, y son los principales causantes de reacciones alérgicas, por la proteína que desprende en sus heces llamada Der p I, otros ácaros de esta de importancia son: Dermatophagoides farinae, Dermatophagoides passericola y Euroglyphus maynei.
Alergias a los ácaros del polvo
De las más de 200 especies de ácaros hasta el presente identificadas en el polvo de las viviendas, las citadas anteriormente piroglifidos, tiroglifidos y glicifagidos son de poder alergógeno.
Las principales causas de reacciones alérgicas, son por la proteína que desprende en sus heces los ácaros, llamada Der p I.
La mayoría de las alergias analizadas hasta la fecha de hoy vienen derivadas de los ácaros:
Los ácaros carecen de estigmas respiratorios y realizan el intercambio gaseoso directamente a través de la cutícula, por lo tanto tan solo pueden sobrevivir cuando la humedad relativa del medio es suficientemente alta para poder mantener su equilibrio hídrico, si no se desecarían, es por ello que la humedad relativa es el principal factor condicionante de su presencia. Lógicamente el tipo de construcción, el tipo de calefacción utilizado, las fibras vegetales de decoración y los falsos techos, tendrá una notable incidencia en el grado de humedad que soporte la casa y en su fauna de ácaros, todo lo cual convierte a el hogar u oficina en un hábitat ideal para ellos.
Los ácaros se alimentan principalmente de las descamaciones humanas o de animales domésticos, el ser humano desprende a la semana 5 gramos de escamas cutáneas, esto mezclado con un medio polvoriento y con alto grado de humedad, da como resultado la proliferación de hongos y una mayor disponibilidad de alimento.
Los hongos presentes en el medio, tales como el Aspergillus penicilloides, Aspergillus glaucus y otros, frecuentes en el polvo de las casas, favorecen el desarrollo de los ácaros al provocar la hidrólisis de las grasas presentes en las escamas epidérmicas humanas y ser estos ácidos grasos indispensables para la reproducción de algunas especies de ácaros.
Los excrementos de los ácaros y los ácaros muertos se dispersan en un polvo fino que es inhalado por los habitantes del recinto donde se hallan. Este polvo es el causante de las alergias. Los síntomas de la alergia a los ácaros del polvo pueden incluir congestión o goteo de la nariz con estornudos (particularmente en la mañana), picazón y lagrimeo de los ojos, tos y silbido al respirar.
Las medidas preventivas para evitar los ácaros son los primeros pasos para evitar las alergias. Entre estas medidas están:
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